Exponen los textos mañana a las 16 en el SUM de la escuela

Alumnos del IPET 322 presentan una serie de relatos policiales

A partir de noticias de impacto mediático de este género, cada uno de los estudiantes crearon cuentos en los que debieron posicionarse desde el rol del detective, bajo la orientación de la docente

Hubo un objetivo: potenciar las prácticas de lectura, escritura y oralidad. Ese objetivo, además, lo promueve el Ministerio de Educación de la provincia y, en esta dirección, el Instituto Provincial de Educación Técnica (IPET) 322 Manuel Belgrano de Villa Nueva cumplió: en los próximos días presentarán el libro “Nuestros relatos policiales”, que fue trabajado durante 2022 y contiene más de 10 relatos.

La villamariense de 45 años Nancy Medina es la directora del establecimiento educativo desde hace siete años y contó que “en el marco de la priorización de esas habilidades y esos saberes” se decidió que estudiantes de tercer año abordaran en clase de Literatura, dictada por Eliana Gutiérrez, uno de los ejes de la planificación anual: textos de narrativa ficcional.

Entonces, como una propuesta áulica, a partir de algunas noticias policiales de impacto mediático, los chicos crearon cuentos en los que tuvieron que narrar desde el lugar del detective, bajo la orientación de la docente.

Los estudiantes pensaron en las historias de ese género sobre el que tanto escribió Ricardo Piglia. El que sitúa los orígenes del policial en lo que se considera el primer relato de este tipo: “Los crímenes de la rue Morgue”, del estadounidense Edgar Allan Poe. En este texto, al comenzar, el narrador conoce, en una librería, a Auguste Dupin: el detective. Ese encuentro prevé lo que será “la clásica pareja de hombres solos atados por la pasión de investigar”, dice Piglia en “El último lector”. Poe, al crear la figura detectivesca, inventa el género: es la clave formal. Se concibe una “historia de la luz, de la reflexión” que deviene en el “triunfo de la razón”, en la pura intelectualidad.

Así, los jóvenes escribieron, reescribieron, editaron, pensaron en la estructura y las características de este género. Cuando estuvo corregido, mencionó Medina, lo compartieron en el colegio y desde la dirección ella les sugirió que los compilaran para que “quedara en la biblioteca” de la escuela.

En 2022 empezaron a averiguar en imprentas, pero se les terminaron las clases. Finalmente, este año lograron imprimir la obra “y para los chicos fue una experiencia muy rica, muy válida”.

Al respecto, ella reflexionó: “Los posiciona desde otro lugar. La práctica de la escritura, sobre todo de la literaria, no es solamente de algunos iluminados como los autores que ellos leen habitualmente en el marco de la hora de literatura, sino que también puede ser una práctica para cualquiera de nosotros”.

De este modo, mañana 30 de mayo, en el salón de usos múltiples (SUM) del establecimiento, los estudiantes mostrarán su trabajo ante familias, profesores y todos aquellos que estén interesados en asistir.

 

¿Qué sucede con la lectura?

Medina también aprovechó para analizar qué está sucediendo entre los alumnos en términos de estas habilidades. “Lo que no está afianzado es la lectura comprensiva, crítica, la consciente”, sostuvo.

Después añadió que todos leemos “todo el tiempo”. Sin embargo, contrastó la dinámica propia de las redes -en las que hay una presencia inagotable de enlaces e hipertextos-, a la que calificó como “un poco volátil”, con la que poseen aquellos que crecieron con formato papel.

De esta manera, ella hizo énfasis en que desde la institución pretenden que se pase de una “lectura mecánica” a una “lectura crítica”, mediante la que los jóvenes consigan otras herramientas que, por ejemplo, les permitan desarrollar la escritura propia. “Hay que sistematizarla más”, resaltó.

Asimismo, agregó que la literatura representa una oportunidad para “llegar a otros lugares” que quizá, en una lectura “solos, sin la orientación pedagógica” no conseguirían. Sin embargo, la lectura, la escritura y la reescritura son herramientas útiles, no solo en el caso de lo específicamente literario, sino que también los entrena, dijo Medina, para afrontar aquellos textos “científicos y académicos” que deben estudiar por tratarse de una institución, ante todo, con una formación de carácter técnico.

 

Las características del detective - Apuntes sobre el policial

El policial es un género con tradición en el país: desde Jorge Luis Borges hasta Adolfo Bioy Casares, pasando por Rodolfo Walsh. En este sentido, hay expectativa por los cuentos que presentarán los estudiantes del Instituto Provincial de Educación Técnica (IPET) 322 Manuel Belgrano (ver nota principal).

En esta dirección, es imprescindible recordar que el género aparece con la creación de una figura imprescindible: el detective, ese hombre al que el escritor Ricardo Piglia lo definió con una exactitud casi reveladora. Él, en “El último lector”, lo describió como un individuo que reproduce el desplazamiento del hombre de letras al intelectual involucrado, que se aventura. Lo mostró como una persona atravesada por el deseo de saber, que se ve reflejado en que, por ejemplo, en el caso de Dupin, es erigido como un bibliófilo, un gran lector y descifrador. Parece que ese anhelo por el conocimiento -su lucidez- está definido por otros aspectos constitutivos de su personalidad: es solitario, excéntrico, bohemio. Su soledad es la que lo descubre como un marginal, un sujeto que está por fuera de la economía. No pertenece a ninguna institución, ni siquiera a la más pequeña como la familia. Todos estos puntos garantizan su libertad: es el “espacio extremo de la autonomía”. Al estar aislado puede mirar la sociedad desde otra perspectiva. Es un asocial que investiga a aquellos que rompen el pacto social.

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