Mi lugar en el mundo

Por Fátima Fernández

 

Tengo 24 años y soy de la vecina localidad de Arroyo Cabral. Mi historia con la ciudad comienza desde que nací, ya que me trajeron al mundo en una clínica villamariense.

Por la escasa distancia entre mi localidad y Villa María siempre fue usual visitar la ciudad, ya sea por consultas médicas o simplemente compras y esparcimiento. Ya antes de finalizar el sexto año del secundario tenía la decisión firme de seguir estudiando Ingeniería en Alimentos, una carrera que surge de la articulación entre la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL) y la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Con mucho entusiasmo emprendí, en el año 2014, el viaje diario que significaba ir desde casa, en Arroyo Cabral, hasta el centro educativo. Por elecciones de la vida me recibí cuatro años después de Técnica Superior en Lechería y Tecnología de los Alimentos, y cursé hasta el quinto año de la carrera de grado, pero no obtuve el título mayor.

Villa María siempre fue mi lugar en el mundo, me dio educación de calidad, garantizó mi salud y me presentó a grandes amigas. Pero nunca imaginé que también me iba a dar la posibilidad de representarla, de llevar sus atractivos por el país y de sentirla más propia que nunca.

Luego de varios años persiguiendo un sueño, me animé a aspirar a una de las coronas más importantes y destacadas de la provincia, por no decir del país. Llegué al salón hexagonal del majestuoso Anfiteatro un caluroso día del mes de diciembre, con expectativas de sobra y ganas de disfrutar de una experiencia enriquecedora.

Después de dos meses de evaluación y aprendizaje, comenzó el 52° Festival Internacional de Peñas y llegó la noche más esperada. Ante un coloso repleto y con la música de la Orquesta Estable, era tiempo de subir al escenario Hernán Figueroa Reyes para realizar la presentación de las finalistas y coronación de las nuevas soberanas.

Inicialmente, éramos muchas las jovencitas que aspirábamos a portar la banda de la ciudad, pero un jurado de lujo y con experiencia se dedicó a seleccionar un número reducido de participantes. Nos presentamos en público bailando la canción que honra al Festival y caracteriza la ciudad, “Zamba para Villa María”, y fue la voz del locutor local Leo Roganti la que anunció los nombres de las nuevas soberanas del Festival. Sin poder creerlo fui elegida Reina del 52° Festival Internacional de Peñas.

Mi año como soberana del mayor evento de la ciudad fue fantástico. Viajé a promocionar los atractivos villamarienses a otras provincias de nuestro país como San Juan, Catamarca, Buenos Aires y Entre Ríos, participé de festivales provinciales y formé parte de diversas actividades que se desarrollaron en la ciudad. Sin dudas que un pedacito de mí quedó en la Asistencia Pública, en la cual junto con mis compañeras logramos crear un espacio lúdico y recreativo para niños.

¿La historia más linda que me pasó en la ciudad? Sin lugar a dudas que no fue una, fue ese año repleto de lindos momentos. 

¿Mi mejor recuerdo? El día que fui electa Reina y cada noche festivalera que porté los atributos.

¿El lugar que llevo en el corazón? El Museo del Anfi, lugar que conserva 53 años de historia y del que aún soy parte.

¡Feliz Cumpleaños, ciudad bonita! Deseo que sigas creciendo en todos los aspectos. Villa María, te quiero.

 

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