La hora de la voz de las urnas

lunes, 24 de abril de 2023 · 08:30

El poder económico-financiero, golpeando la puerta de la Rosada en búsqueda de un “estallido”; un candidato a presidente “explosivo” gritando “dolarización, dolarización”; grandes empresas remarcando precios “por las dudas”; el economista que nos metió en el corralito dando consejos sobre lo que se debe hacer.

Dirigentes de la oposición tirando sus deseos de ver volar todo por los aires. Comunicadores inyectando pesimismo, miedo, presagiando la llegada del Apocalipsis con sus cuatro jinetes. Escenas de un mundo que ya vio, en los últimos años, el paso de los cuatro caballos que representan la peste, el hambre, la guerra y la muerte.

Escenas de un mundo globalizado y sin corazón.

Existe un poder tan grande, exageradamente grande, que se alimenta de las mesas de los diversos poderes tan pequeños, exageradamente pequeños.

Y aquí estamos, en el sur del planeta, en el llamado cariñosamente “fin del mundo” intentando evitar, con las pocas armas que tenemos, el galopar de los caballos blanco, rojo, negro y bayo antes de que suenen las siete trompetas.

Arturo Jauretche expresó, años atrás, lo siguiente: “Los gobiernos populares son débiles ante el escándalo. No tienen, ni cuentan con la recíproca solidaridad encubridora de la oligarquía y son sus propios partidarios quienes señalan sus defectos, que después magnifica la prensa. El pequeño delito doméstico se agiganta para ocultar el delito nacional que las oligarquías preparan en la sombra y el vendepatria se horroriza ante las sisas (parte que se hurta de la compra diaria) de la cocinera”.

Argentina hoy tiene un Gobierno de los llamados “populares”. Un Gobierno que, con todos sus aciertos, errores y falencias, ha manejado muy bien, comparado con otros países, la peste que afectó al mundo bajo el nombre de COVID-19.

En un extenso hilo que hizo en Twitter el reconocido biólogo Ernesto Resnik se puede leer los logros del Gobierno argentino en la materia: “Alberto Fernández no va por su reelección y no quiero dejar pasar el momento para decir: la Historia juzgará positivamente lo que hizo para enfrentar la peor crisis de la historia argentina.”

“Las crisis no son iguales, ni iguales para todos, algunos no sufren las crisis, no sufren las recesiones, no sufren enfermedades, no sufren guerras, no sufren hambre. La pandemia tocó a todos. La muerte, las angustias, miedos, desempleo, distancias de los seres queridos.

Otros tendrán otra visión. Para mí: esta fue la crisis de la historia argentina.”

En su extensa exposición brinda datos concretos de lo que hizo Argentina y los compara con otros países.

“El Gobierno de Alberto Fernández hizo muchas cosas bien: actuó rápido, preparó al país, preparó el sistema de salud, negoció rápido las vacunas y estableció un eficiente plan de aplicación de las mismas. En un mundo en donde 'se hizo lo que se pudo', Argentina lo hizo mejor que muchos. Tomó decisiones tempranas, preparó el sistema de salud, preparó equipamiento, informó a la población, ayudó económicamente”, indicó el profesional.

Sin duda, fue así. Pero, la mayoría de los humanos no valoramos los logros, nos enfocamos en lo malo, en lo que no nos gusta, en la cultura de la crítica, en los defectos, en los puntos débiles. Somos complicados los humanos, tan complicados como el mundo. Con una pequeña ventaja, las mayorías tienen corazón.

 

“Un gesto de humildad”

El pasado viernes, el presidente Alberto Fernández anunció, a través de un vídeo, que no iba a buscar la reelección y se iba a concentrar en la gestión, en la búsqueda de la unidad, y remarcó una frase tradicional del peronismo: “Primero, la Patria, después, el movimiento y por último, los hombres (o mujeres)”.

Tal como dijo Jauretche, son los propios partidarios quienes señalan los defectos de los gobiernos populares que después magnifica la prensa. El mandatario sufrió bastante las críticas del sector que lo “llevó” al sillón de Rivadavia.

Más allá de todas las cosas que no logró solucionar, y son evidentes, tuvo la “templanza” de no ir a la guerra y romper el espacio. Pero, volviendo a Jauretche, estas disputan favorecen al “plan de la oligarquía en las sombras”.

Cualquier persona que tenga conocimientos de política sabe muy bien que las guerras de un partido o de una coalición gobernante son ganancias para los “pescadores”. A río revuelto…

El radicalismo vivió en carne propia el golpe económico a Raúl Alfonsín. Lamentablemente, hoy, parte de su dirigencia es aliada de los que voltearon el primer Gobierno de la recuperación de la democracia, generando una inflación mayor al 400% mensual.

El presidente tuvo un gesto de humildad. Dejó el “ego” de lado y decidió priorizar la gestión. Avanzó en algo más importante: pedir que las candidaturas se diriman en las PASO.

Democraticemos el partido y el frente, vayamos a la verdadera encuesta, que son las urnas. Consultemos al pueblo, fue el mensaje.

 

¿Qué hacemos con el dedo? Paso a paso

La Ley 26.571 fue impulsada por Néstor y Cristina (en la Presidencia) en 2009, tras la derrota de Néstor en las legislativas de la provincia de Buenos Aires.  Según los impulsores de la reforma, los objetivos perseguidos al introducir las elecciones primarias fueron dos: alentar la democratización interna de los partidos políticos, y contribuir a la reestructuración del sistema partidario y de la oferta electoral. El 29 de octubre de 2009, Cristina presentó el proyecto de ley 26.571 de “Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral”, que el Congreso finalmente aprobó el 2 de diciembre del mismo año.

En su debut en 2011, con relación a las fórmulas presidenciales, fue un fracaso.  Las 10 agrupaciones políticas que se constituyeron para competir por la Presidencia de la Nación decidieron eludir la competencia y presentar listas únicas. En consecuencia, ningún votante tuvo ocasión de participar en una primaria donde se dirimiera la candidatura a la Rosada.

Participaron con boletas de unidad el Frente para la Victoria, Unión para el Desarrollo Social, Frente Popular, Frente Amplio Progresista, Compromiso Federal, Coalición Cívica, FIT, Proyecto Sur, Movimiento de Acción Vecinal, Partido del Campo popular. Nada de internas.

En 2015 hubo un cambio, pero el peronismo siguió apelando a la unidad. El Frente para la Victoria fue con lista única. Por Cambiemos compitieron Mauricio Macri, Ernesto Sánz y Lilita Carrió. Por UNA se presentaron Sergio Massa y José Manuel de la Sota.

El Frente de Izquierda fue con dos listas: Nicolás del Caño y Jorge Altamira. Las PASO cumplieron su objetivo. En Cambiemos ganó Macri, en Una ganó Massa y en la Izquierda, Del Caño.

En las presidenciales de 2019, las PASO volvieron a ser apenas una encuesta. En la boleta de presidente, todos los partidos presentaron lista única. Participaron el Frente de Todos, Cambiemos, Consenso Federal, Frente de Izquierda, Frente Nos y Unite.

Ninguno de los frentes sentía atracción por las internas. El mejor amigo era el consenso y “el dedo”.

 

¿Se someterán al voto?

Cuando faltan dos meses para la presentación de candidaturas en las PASO (vence el 24 junio) ya hay varios precandidatos anotados en la carrera presidencial. Por el oficialismo andan dando vueltas Daniel Scioli, Agustín Rossi, Wado de Pedro, Juan Grabois, Claudio Lozano. Falta saber qué decidirá la protagonista principal: Cristina.

Ella anunció hace un tiempo que no será “candidata a nada”. Sus seguidores iniciaron el operativo clamor y todavía no tuvieron respuesta.

Esta semana participará de un acto en La Plata, por el 20° aniversario de las elecciones presidenciales de 2003 que consagraron a Néstor Kirchner. ¿Habrá un anuncio? Nadie lo sabe, Cristina generalmente busca la estrategia y la sorpresa.

Si la vice dice “voy a ser candidata” (cosa que dudo), nadie tiene chance de enfrentarla en las PASO. Si dice “no voy a ser candidata”, la lista de aspirantes será abultada. Si no dice nada y deja la expectativa, la disputa será para alquilar balcones.

Y el poder en las sombras disfrutará el espectáculo.

En Juntos por el Cambio, la “cigarra está que arde”. Por el momento, los aspirantes principales son Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich por el PRO, y Gustavo Morales por la UCR.

Cortado solo anda Javier Milei, con su show mediático de la “Libertad Avanza” y su discurso contra la “casta política”.

Es un año complicado, cada uno sabrá a qué jinete se monta.

 

  CLASIFICADOS

¿Y la fecha de las elecciones en la Villa? “Los villamarienses necesitamos saber la fecha de la elecciónes de autoridades municipales. Ante la difícil situación del país, contar con certezas en el plano local nos permitirá que Villa María siga progresando. Ya está definido todo el calendario electoral, solo falta el nuestro”.

Eduardo Accastello, en su cuenta de Twitter.

 

Un nuevo candidato

El dirigente radical con mucha experiencia, Claudio Beletti, de Arroyo Cabral, lanzó su precandidatura a legislador departamental. Tiene un buen currículum. Veremos qué pasa. Aspirantes sobran. En la lista están Tati Cetra, Alfredo Nigro y Germán Bicego.

Pronto lo sabremos.

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