154 años - Villa María "de boliche en boliche"

¡Una explosión de sabor! La cerveza artesanal invadió la Villa

La tradición no se alimenta solo de nostalgia y de señores y señoras de cierta edad paladeando su café o su cubana con Cola, honrando el rito del encuentro. Los pibes, aunque con algunos pequeños cambios, han tomado la antorcha olímpica asegurando que hay boliche para rato. Y para mejor, la primavera ya en su auge en la ciudad invita a sacar las mesas afuera para disfrutar de la puesta del sol y el mítico porrón (en cordobés básico), hoy, cerveza, birra, chela, etcétera. etcétera. Y si es artesanal, o de autor, mejor.

Para adentrarnos en el fenómeno de las cervecerías y patios porroneros en la actualidad, acudimos a la vasta experiencia en el metié (pese a su corta edad) de dos destacadas comunicadoras: Macarena Pereyra Depetris y Fiamma Ambroggio. Ellas dicen:

“Rubia, negra, roja o del color que prefieras... la cerveza artesanal no solo es una bebida ligera y placentera de beber, sino que también propone una variedad casi infinita de sabores que podemos descubrir en nuestra ciudad.

Si bien el origen de la cerveza artesanal en Argentina se remonta a 1997, en nuestra localidad tuvo su aparición hace tan solo unos pocos años. Villamarienses que deseaban incursionar en el mundo de la gastronomía, encontraban en la cerveza artesanal una propuesta innovadora para ofrecer en sus bares y restaurantes.

También pasó que grupos de amigos encontraban en la elaboración de este tipo de cerveza un hobby para compartir, y de este modo fueron incursionando en su fabricación. Sin embargo, tiempo después lo que empezó como un pasatiempo terminó profesionalizándose y se dio inicio a empresas locales de cerveza artesanal.

Villa María se convirtió así en la cuna de, hasta el momento, cinco marcas de cerveza artesanal que distribuyen sus productos en la ciudad y distintos puntos del país. Los creadores artesanales supieron construir una comunidad de lazos duraderos, que va más allá del negocio inmediato.

Comerciantes locales distinguen este tipo de cerveza de la industrial ‘por la calidad del producto final y la variedad de estilos que ofrece la birra artesanal’. Además, atribuyen la principal diferencia a la ‘pasión’ con la que elaboran la cerveza. ‘Lo damos todo por una birra, para que cada día sea mejor el producto que se le ofrece a la gente’, destacaron.

Esto último es algo que claramente están logrando, la cerveza artesanal ha ganado terreno en la gastronomía de la localidad. Marcó un antes y un después. Quienes ahora desean abrir bares, indudablemente contemplan la opción de ofrecer este tipo de cerveza, incorporando barriles y canillas para la famosa ‘cerveza tirada’ u ofreciendo el producto en botellas y latas.

También es común entrar al quiosco del barrio y no solo encontrar en sus heladeras las tradicionales latitas de Brahma y Quilmes, sino que ahora se agregan latas de cerveza artesanal como una oferta nueva, diferente y distintiva.

Otra propuesta reciente la constituye un negocio local con cerveza tirada ‘al paso’, donde el consumidor puede tomarse una pinta y seguir con su camino.

En línea con la pasión de los cerveceros, los villamarienses han adoptado nuevas costumbres al momento de frecuentar bares e incluso la cerveza artesanal ha cambiado la distribución de los consumidores. Ahora no solo se puede optar por elegir un bar céntrico o de la costa para disfrutar de un buen momento, sino que se puede ir a tomar cerveza en el mismo lugar en que se produce, a la salida de la localidad. De este modo, los ciudadanos pueden conocer y apreciar el proceso de elaboración, el paso a paso que atraviesa la cerveza que luego degustarán y sumergirse en el negocio artesanal.

Sin dudas, actualmente la cerveza artesanal es una de las opciones más elegidas por los villamarienses, sobre todo por la variedad de estilos que ofrece y que cada vez se puede elegir un sabor distinto.

‘Uno cuando empieza a tomar birra artesanal, al no estar acostumbrado busca algo que conoce, como son las cervezas industriales, entonces empieza por una blonde o golden que son cervezas rubias suaves. Y de ahí va avanzando, probás una blonde y te das cuenta de que está buena, que cambia y que realmente es diferente a lo industrial. Entonces, probás una cerveza roja y también te gusta, y de ahí te vas moviendo por la infinidad de variedades que tiene la cerveza artesanal’, indicó un entrevistado por El Diario. Y agregó: ‘Hasta que encontras una con un sabor que te vuelve loco, por lo menos eso me pasó a mí con los estilos ipa o new England ipa’.

Si algo quedó claro es que el mundo de la cerveza artesanal se extiende infinitamente, ofreciendo sabores locales y aromas únicos que se pueden descubrir en cada sorbo.

Cocinar cerveza abre puertas laborales, proyectos, sociedades con amigos y mucho más, hay quienes se animan y abren su propio negocio gastronómico basado especialmente en la cerveza. O aquellos que se suman al boom e incorporan esta bebida a sus restaurantes sin ser fabricantes.

‘El mejor estilo es el que más le gusta a uno, elegir uno como el mejor es imposible’, indicó otro de los cerveceros que dialogó con este medio. ‘El mundo de la cerveza es infinito, va mucho más allá de las birras que se acostumbra a ver en bares. Las industriales nos hicieron creer que la cerveza era únicamente un agua de bajo contenido alcohólico, con bajo amargor y que hay que tomarla helada para que nos anestesie las papilas gustativas, y la verdad es que existe un mundo infinito detrás de la cerveza’, precisó.

Tal como relataron los referentes de la cerveza artesanal villamariense, éste producto que incluye amistad, hobby y pasión en su elaboración ‘fue ganando su lugar en los consumidores y todavía tiene mucho público por cautivar’”.

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