Opinión - Inspirado en el espíritu sobraliano y con motivo del cumpleaños de la ciudad

Preocuparse por el futuro

El referente de la economía social trae a la memoria colectiva un punto saliente del ideario del educador por excelencia, para interpelarnos acerca de si somos o no capaces de honrarlo con aportes que trasciendan lo meramente sectorial
lunes, 27 de septiembre de 2021 · 08:36

Preocuparse por el futuro es pensar en ocuparnos de cómo debemos soñar lo por venir y nada mejor que evaluar algunas de las epopeyas de nuestros pro hombres, que a los cien años del nacimiento de Villa María presentaron una obra monumental sobre un Plan de Desarrollo enmarcado en varios tomos cuyo liderazgo fue asumido por Antonio Sobral.

Cuando nace en 1867 este conglomerado urbano se dio en llamar “hija del riel”, pues precisamente fueron las vías del ferrocarril las que dieron impulso al nuevo loteo de tierra y gracias también a este medio fundamental de comunicación se dio un fuerte desarrollo comercial. Fuimos centro entre Buenos Aires y Córdoba y comenzamos a trabajar sobre una incipiente industrialización.

A cien años de aquel 1867, un grupo de ciudadanos e instituciones se pusieron en la tarea de presentar un Plan de Desarrollo que en muchos aspectos aún hoy tiene vigencia. Científicos, especialistas en diferentes disciplinas, historiadores, sociólogos, educadores; se dieron al quehacer de dejar para la posteridad un trabajo fenomenal.

Es nuestra historia, hace de esto 54 años. Hoy queremos presentar a la ciudadanía nuestro reconocimiento para aquellos que tan bien trabajaron pensando en el futuro y nos corresponde, sinceramente, volver a enfrascarnos en una tarea similar, con un contexto muy diferente.

Ellos lo hicieron en un proceso militar, donde la participación era prohibida. Lo hicieron con limitadas posibilidades, solo tenían firmeza para obtener resultados importantes y trascendentes.

Era una ciudad muy rica en cultura pero muy incipiente en servicios y producción. Sólo se trabajaba en la economía privada lucrativa y la estatal signada por el autoritarismo.

Para las próximas generaciones

Hoy nos preguntamos si seremos capaces de reeditar un Plan de Desarrollo para las próximas generaciones y encuentre en nuestros hijos y nietos un trabajo a desempeñar y que pueda ser valorado a los 46 años, es decir, cuando lleguemos al bicentenario.

La realidad es diferente. Hay actores económicos productivos nuevos, como el tercer sector que ocupa el 10% del PBI nacional. Tenemos universidades, disponemos de científicos, profesionales. Vivimos en democracia, hay instituciones líderes según sectores.

Por ello si resolvemos asumirlo en conjunto podemos comenzar un trabajo que ayude a un desarrollo armónico.

Hablar de desarrollo es crear las condiciones políticas, sociales y económicas que permitan una vida mejor a los humanos que habitamos este suelo.

Sin condicionamientos políticos partidarios

Por lo tanto, no tiene que haber condicionamientos políticos partidarios, tiene que involucrarse necesariamente la población, hay que encauzar la tarea para que aparezcan los líderes de cada sector, los dirigentes de las entidades y la organización de lo que corresponderá al relevamiento que se deba hacer.

Como todo plan también esta propuesta deberá tener en cuenta lo ya trabajado, no solo este Plan de Desarrollo que rescatamos, sino también aquellos otros que avanzaron con posterioridad.

Es un llamado al trabajo y a la solidaridad. Lo anterior es plataforma de lo que deberemos hacer.

No estemos conformes, porque tendremos una ciudad estancada. No provoquemos pesimismo, porque sería solo hablar del pasado. Asumamos este desafío con optimismo, pues las perspectivas de futuro están unidas al concepto de desarrollo.

Y precisamente cuando hablamos de un plan hablamos de documentos que contienen objetivos, propósitos y estrategias para encarar políticas públicas y líneas de acción para que los programas a desarrollar tengan como fin vivir mejor.

Descubrir las capacidades tecnológicas, los nuevos desafíos, los nuevos productos, las innovaciones medioambientales, las vinculaciones sociales, las relaciones humanas y su convivencia local y regional, serán aspectos indispensables para trabajar.

Debemos tener una visión estratégica del futuro para obtener lineamientos para el crecimiento y oriente los recursos como corresponden, con mayor precisión y eficacia.

La participación ciudadana

Es fundamental la participación ciudadana y por ello la aspiración de encontrar el compromiso de hacerlo entre todos con miras a una opción de vida digna, con progreso social y económico, mayor bienestar y seguridad. Que se distinga nuestra ciudad porque su gente vive mejor.

Sobral comenzó su vida pública asumiendo la Presidencia de la Biblioteca Bernardino Rivadavia, la primera que funcionó en esta Ciudad y llegó a ser la personalidad que todos hemos conocido.

Hoy pretendemos reconocer su obra y la mejor manera es ofrecer este sueño de volver a construir un Plan de Desarrollo para las nuevas generaciones, con rostro de integración, solidaridad, regionalización y dignidad.

¡Muy Feliz Cumpleaños, Villa María!

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