Se va el año de la pandemia, con más pena que gloria

lunes, 28 de diciembre de 2020 · 08:27

Escribe Nancy Musa
De nuestra Redacción

Todos los pañuelos ya están preparados para despedir a uno de los años más dolorosos en el complejo escenario de la historia del mundo. Se va el año de la pandemia, del virus que tiene en vilo al planeta, del distanciamiento, de la escasez de abrazos, de las ausencias inesperadas.

Se va dejando a su paso más pena que gloria. Se retira, entre alcoholes y barbijos.

En sus últimos días deja una sutil luz de esperanza: la vacuna. Una llama tenue que ilumina, parcialmente, las expectativas de llegar pronto al final de la pesadilla.

Mañana, las dosis de la Sputnik V estarán a disposición de la mayoría del personal de salud que tanto esfuerzo ha dejado en el transcurso de las cuatro estaciones de 2020.

La vacuna, que como no podía ser de otra manera en esta locura ambulante, es cuestionada por cierto sector mediático y dirigencial.

El biólogo argentino, residente en Estados Unidos, Ernesto Resnik es uno de los profesionales que mejor explica el tema de la vacunación.

“Rara vez en la historia hubo presentaciones para uso de emergencia de una vacuna. Rara vez hubo la necesidad de emergencia de una vacuna y que la vacuna estuviera al alcance.

Casi todas las vacunas usan la misma proteína, Spike 1. Una vez que varias mostraron ser efectivas, seguramente todas las de la misma modalidad (Pfizer, Moderna, Ox/AZ, Sputnik, etc.) iban a ser efectivas.

Por qué es importante remarcar que la Sputnik V es hoy la única vacuna disponible. Porque estamos en emergencia, y las vacunas se aprueban, precisamente, para uso de emergencia”, señaló a través de su cuenta de Twitter.

Estamos en emergencia, esa es la situación. Argentina es uno de los primeros países en comenzar a inyectar las dosis con una planificación federal que permite a partir de hoy la cobertura en todo el país.

La única salida para combatir el virus es la vacuna. Lo dicen casi todos los expertos en la materia. Más allá de que algunos opinólogos hablan del tema sin haber visto en su vida un tubo de ensayo.

Para obtener resultados óptimos son necesarios millones de dosis. Se estima, de acuerdo a los anuncios, que entre enero y marzo estaría disponible una cantidad significativa para lograr un nivel de inmunidad que reduzca la circulación del COVID.

Es una buena noticia, en las aguas turbias del año bisiesto complejo y dañino.

 

Piedras en el camino

Se va, en pocas horas, el apropiador de nuestra forma de vida. El que nos obligó a cambiar la rutina, a encerrarnos, a enfrentar crisis económica y existencial. El invasor que sacó al ruedo lo mejor y lo peor de la esencia humana.

Muchas máscaras se cayeron durante la pandemia. El rol de la minoría privilegiada, a nivel nacional, circuló por las cornisas del absurdo. Nada de empatía, para estar a la altura de las circunstancias que se vivieron y aún se viven.

Los “representantes” de las clases dominantes apostaron, fuerte, al fracaso del Gobierno elegido en las urnas el año pasado. Ni disimularon su pertenencia. Apelaron a las armas más denigrantes para desgastar, para limar los cimientos de la democracia.

Se negaron a aprobar leyes necesarias, se niegan a dar los votos para la reforma judicial, para elegir el procurador, para ordenar el desorden que dejaron.

No aportaron una idea, solo repartieron piedras en el camino.

Desde el primer día plantearon la guerra. Cacerolas, banderazos, violación de la cuarentena, marchas por todo y por nada. Sellaron las frases más insólitas: el virus no existe, es un invento del nuevo orden mundial, la vacuna tiene un chip para convertirte en comunista. Locura a pleno, ni se enteraron de que la Guerra Fría terminó y el muro de Berlín fue derribado hace más de 30 años.

No tomaron nota de que los científicos rusos son unos de los más respetados del mundo y que el Laboratorio Gamaleya es consultado por los demás fabricantes de vacunas.

La cuestión es atacar por todos los flancos, sin importar la salud de la población.

Se va 2020, nos deja una dirigencia de medio pelo.

 

En todos lados se cuecen habas

El medio pelo se pasea por todos los sectores. Los dirigentes peronistas que no consiguieron un carguito también hacen de las suyas. El año de la pandemia nos mostró el verdadero rostro de históricos “justicialistas” que jugaron sus fichas a un golpe institucional.

Los muchachos se pasearon por los medios hegemónicos para tirar municiones de diversos calibres contra el Gobierno del presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández de Kirchner.

El líder de dicho partido, Juan Domingo Perón, contaba: “Yo tenía un perro que se llamaba León, y yo lo llamaba León, León, y León venía, pero yo sabía que no era un león, era un perro.

Lo mismo pasa con algunos que se llaman peronistas y yo los llamo y vienen, pero yo sé que no son peronistas”.

Los amantes del “peronómetro” demostraron que sus ambiciones personales superan holgadamente la vocación por el interés colectivo. No es novedad, pero sí es una actitud negativa, por no decir mezquina, en el contexto de una pandemia mundial.

 

¿Justicia está o no está?

Se va el año de la injusticia tanto a nivel jurídico como a nivel social. La Corte pulseando con los otros poderes del Estado. Imponiendo fallos en contra de las decisiones legislativas.

Cinco personas decidiendo por la mayoría de los argentinos. En ese contexto es difícil llevar adelante todas las medidas necesarias para poner a Argentina de pie.

El país necesita, en forma urgente, un Poder Judicial creíble, serio, con funcionarios probos y honestos que no se dejen presionar por los que se creen “dueños de todo” desde hace años.

El Gobierno debe tener el coraje suficiente para encontrar un camino de transparencia en las instituciones. Se va el año y el procurador interino, nombrado por el gobierno anterior, sigue en su cargo sin tomar ninguna medida a favor de la República.

La justicia social es otra deuda pendiente para el año que se apresta a venir.

 

Optimismo en Economía

En los últimos días de 2020, en el ámbito económico prevalece el optimismo. Tras el acuerdo con los bonistas logrado por el ministro “estrella” Martín Guzmán y un pronto cierre con el FMI que hasta el momento es “positivo”, se prevé un crecimiento “a tasas chinas”.

En el último trimestre, las señales de recuperación industrial fueron una grata noticia para el Gobierno. El ambicioso plan de obra pública generará la creación de puestos de trabajo y un movimiento más activo del mercado interno.

Producción y consumo son los puntos centrales del programa que, de no mediar inconvenientes sorpresivos, promete un escenario favorable para reducir los niveles de desocupación.

Los planes sociales seguirán activos, con nuevas modalidades que tienden a la inserción laboral de los sectores más vulnerables de la población.

Los lazos que el Gobierno tejió en el plano internacional son parte, sustancial, de la recuperación económica esperada.

Se va el año de la pandemia. No se lleva las lágrimas derramadas, ni los odios desbocados.

Se va con más pena que gloria.

 

Clasificados 28 de diciembre

“El artículo 124 habla de las ausencias del intendente por más de 10 días, pero no le pone tope, sí le pone tope al impedimento temporario, que luego de los 180 días es considerado permanente. Una cosa es la ausencia y otra la acefalía, la primera es un acto voluntario y no tiene tope, tampoco habla de que no pueda renovarse; la acefalía no es voluntaria, se produce por la muerte o por una enfermedad que impida ejercer”.

Carlos De Falco, titular del Concejo Deliberante

 

“Que Gill se vaya de secretario es burlar la voluntad popular, lo votó el 55% de los villamarienses, y así hubiese ganado por un voto, su responsabilidad es estar al frente de la ciudad. Si quería hacer tantas obras, que renuncie, que permita a los ciudadanos elegir su intendente. La sociedad está caliente, porque se le ha burlado. Ha perdido capital político”.

Luis Caronni, concejal del bloque Vamos Villa María

 

“Tengo en claro que la designación en la Secretaría de Obras Públicas es a Gill como representante de una comunidad, todos estamos representados en él en ese ministerio. Fue convocado por el reconocimiento del crecimiento y desarrollo de nuestra ciudad”.

Verónica Vivó, concejala de Hacemos por Córdoba

 

“No es este cuerpo el que puede suplir la voluntad popular y dar legitimidad a la conducción de un gobierno municipal. Aún tienen tiempo de corregir y dotar de institucionalidad a un gobierno municipal, porque la gente lo merece”.

Karina Bruno, concejala de Vamos Villa María

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