Una mamá agradece a la Clínica de Especialidades

La llegada de un hijo debería ser un momento mágico… el miércoles pasado fue el nacimiento de Feli, pero en un instante todo se transformó en pesadilla. El destino de mi salud hizo que a solo una hora de su nacimiento tuvieran que llevarme a terapia intensiva de la Clínica de Especialidades. La verdad, no logré ver mi riesgo, solo no podía dejar de pensar, sufrir y estar enojada porque no podía estar con mi bebé que recién llegaba al mundo y su hermana, a quien le había prometido volver a casa con su tan esperado hermanito al otro día.

Hoy, ya en casa con mi familia, no solo voy a dar gracias a Dios, mi familia, la familia que desde el cielo me cuida y el destino, sino también tengo que agradecer a cada uno de quienes  forman parte del personal de la Clínica de Especialidades. Primero a mi ginecóloga, Mercedez Menso, porque algo que vamos a llamar destino hizo que pasara a verme en el instante justo e hiciera todo aquello posible para hoy poder  estar en casa con mi familia. Al doctor Jorge Macagno, que estuvo en el momento justo, con tanta templanza y firmeza, como también a cada médico/a, enfermero/a y personal de la Clínica de Especialidades que no solo cuidaron, contuvieron, escucharon, se preocuparon y ocuparon de mí, sino también de mi bebé, pareja y su hermana, que me esperaban un piso más arriba.

Más que agradecida por el trato humano y la empatía… la mamá de la habitación 115.

Constanza Bencid

DNI 31.062.645

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