Adiós a Chicho
Tu familia te convirtió en callejero y un buen día amaneciste, sin saber por qué, en el umbral de su casa, abandonado a tu suerte.
Te sacaron de allí como un trapo viejo, pero aun así permaneciste firme como un soldado, soportando veranos y crudos inviernos… Siempre en guardia, alerta, por si tal vez cambiaban de opinión y volvían a quererte. Pero eso nunca sucedió.
Tu cuerpo enfermo y deteriorado necesitaba atención veterinaria, como tu alma.
Tus esperanzas se desvanecían, no así tu lealtad que lo soportó todo... y más.
Pero el sol había vuelto a salir para vos, Chicho; la oportunidad de un lugar a resguardo que elegiste como tu hogar.
Fuiste amado, mimado y contenido estos últimos dos años, como merecías.
Cara de loco, con tus mañas y mueca de murmullo.
¡Hoy nos toca despedirte, viejo lindo!
Corré, saltá bien alto, mi amor, que el cielo es todo tuyo.
Katy Maidana
PD: gracias por la luz en sus ojos cada vez que te miraba, Analía Serra.♡Gracias por tanto amor y dedicación para con él.
Gracias coequiper Marina Tachi por no soltarme la mano con este caso, hicimos un gran laburo juntas, ¡¡¡fue muy feliz!!!