Evocación - Un hombre que dejó una huella en la ciudad

A 19 años de la muerte de Calvo

El recuerdo de Bernardino, periodista, historiador, investigador... Lo evoca el presidente de la SADE Villa María, Eduardo Belloccio
martes, 20 de octubre de 2020 · 08:43

Intentaré desarrollar una aproximación a la vida y la obra del prolífico escritor villamariense Bernardino Calvo, quien desarrolló variados temas e investigó, como nadie, la historia y los acontecimientos que jalonaron la vida ciudadana desde las horas fundacionales hasta nuestros días.

A pocos kilómetros de Villa María, camino a Córdoba, en el denominado paraje Tío Pujio (“Manantial de arena”, en lengua aborigen) y de la Laguna Honda, lugar donde habitaron los indios Yúcat, en ese pequeño poblado de la argentina profunda, nacía Bernardino Santiago Calvo. Hablar del perfil de Calvo nos conduce, necesariamente, a referirnos a su destacada actuación como educador, historiador, periodista, intelectual, analista político y militante social por los derechos humanos.

Su formación intelectual fue influenciada por Antonio Sobral, de quien era su mejor discípulo, lo que le permitió desarrollar el perfil de educador, que será el aspecto que marcará todas sus actividades, porque a lo largo de su vida Calvo educó con la pluma, la palabra, su ejemplo y su compromiso social.

Siendo adolescente ya se proyectaba su compromiso social y sus luchas por nobles ideales, prueba de ello fue su participación, como presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Rivadavia, donde cursaba el secundario hacia fines de la década del 50, y su participación en el debate nacional por la educación entre laicos y libres que, en Villa María protagonizaron el obispo Dean y Antonio Sobral.

Como historiador, Calvo no escapó a la impronta de sus contemporáneos y basó toda su producción en el rigor científico de sus investigaciones, aportando innumerable cantidad de datos sobre cada uno de los aspectos de la vida social, cultural, política económica y literaria sobre las que escribió.

Fue un escritor consustanciado con la historia de su pueblo, de su lugar. Investigó los más variados temas vinculados con la vida social de los villamarienses. Calvo ha hecho un aporte invalorable en la construcción de la identidad.

La dinámica y complejidad de la vida social se ha reflejado en el pensamiento de Bernardino Calvo. Como historiador analizó, como pocos, la huella de la generación del 80, que formó la esencia de la ciudad de Villa María. La idea que representaba esta generación fundacional fue motivo de sus profundos análisis. Calvo supo interpretar esa complejidad y la dinámica de los cambios; es así, que lo deslumbraban personalidades como la de Juan B. Justo, Lisandro de la Torre, José Ingenieros y también, adhirió fervientemente al ideario de libertad, igualdad y del “hombre nuevo” que simbolizaron las luchas del Che Guevara en los años 60. 

Calvo, escribió con marcada rigurosidad documental diferentes aspectos de la vida de su pueblo, en busca de la identidad; su accionar no se agotó en las meras crónicas del devenir de los tiempos, sino que, hizo de su pluma y su palabra un arte de comunicar ideas, pensamiento y sentimientos, siendo un extraordinario analista político desde los años 80, en las páginas de El Diario, de quien fue uno de sus fundadores.

Su producción intelectual lo destacó como guionista; fue el autor e inspirador del guión de la Chiva Vázquez, un bandolero de la década del 30, de los tantos que habitaron los pueblos del interior y de cuyo accionar surgieron numerosos y apasionantes relatos. Otros guiones realizados sobre la vida de notables personajes de Villa María como Salomón Deiver, pintoresco fotógrafo que fue intendente en los años 50 y César Brión, boxeador villamariense, de proyección internacional que peleó por el título del mundo.

En el arte, Calvo es coautor de la “Cantata a Villa María” habiendo compuesto los textos y relatos históricos de dicha obra.  Por otra parte  escribió, textos de TV  y obras musicales.

Sus 15 libros publicados, cuatro libros inéditos y más de 160 fascículos. Prologuista de libros de Félix Luna y de José Luis Bondone, entre otros, jalonan su actividad en el mundo literario.

En el campo social, Calvo fue un incansable luchador, un hombre comprometido, defensor inclaudicable de sus ideales y de los derechos humanos. Por ello, soñó y luchó por una sociedad más justa y padeció la irracionalidad de las dictaduras militares de los años 60 y 70. Sufrió persecuciones, torturas, cárcel  y sobrevivió con la entereza de los que nunca claudican ante las adversidades, consciente que toda lucha en el campo social, tarde o temprano, recibirá la recompensa de la victoria y la satisfacción del deber cumplido.

Es así, que Bernardino Calvo, es un hombre que ha excedido ampliamente el título de historiador, periodista, investigador y militante social. Su magisterio ha sido su vida misma, de la que orgullosos hoy podemos dar testimonio, como un mandato inevitable para que las nuevas generaciones encuentren en los desafíos del porvenir, los motivos para luchar por nobles ideales.

Este pequeño testimonio pretende, a manera de sentido y merecido homenaje, rescatar algunos aspectos de un hombre del interior, que escribió y pudo hacer todo lo que hizo, porque era un apasionado de sus orígenes, de su gente y de la construcción de la identidad de su pueblo, por ello consideraba a su ciudad Villa María como “Una ciudad con brazos de acero y corazón de rosas”; así imaginaba la laboriosidad de sus hombres simbolizada en el ferrocarril y la sensibilidad de  su espíritu, reflejada en una flor.

         

* Presidente de la Sociedad Argentina  de Escritores Filial Villa María

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